NADA, NADA Y TODO, TODO!!!
Eso fue lo que le paso, un cúmulo de situaciones olvidadas, guardadas en algún rincón de su memoría regresaron ese día.
Ese hombre mayor revolvió sus entrañas hasta el vomito, le hizo recordar cuanto había deseado morir en algunos (muchos) instantes de su vida, cuando sentía que era una miserable vida, volver a ese instante preciso, fue como abrir un álbum de viejas fotografías en las que solo se ve gente dañada por el fuego y el ácido.
Ese día, por suerte y gracias a ella, solo fue una milésima de tiempo, un horrible instante que acababa de morir, en ese preciso instante, abrió paso a sus palabras, dándole lugar a su voz para poder expresar su repulsión.
